El socio gerente de Genporc, M.V. Guillermo Lloveras, participó de un especial para televisión sobre PRRS, producido por el programa Saber Rural, emitido por Canal Rural para Argentina y online para el mundo
A fines de 2021, tres muestras serológicas dieron positivo para Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRS por sus siglas en inglés) en cerdos provenientes de Brasil, durante un control de Senasa. PRRS es una enfermedad de los cerdos, que no afecta la salud de los humanos, pero que tiene un altísimo impacto productivo y económico en todo el mundo. Argentina es uno de los pocos países libres de la enfermedad y, mantenerlo de esa manera, es fundamental para toda la cadena de valor.
Periodistas de Saber Rural Porcinos, hicieron una entrega especial abordando desde diferentes enfoques la problemática del PRSS a nivel global y su amenaza latente en Latinoamérica. Guillermo Lloveras, gerente de Genporc fue consultado sobre su visión respecto de los riesgos que conlleva la importación de genética y las medidas que deben implementarse para reducir al mínimo la probabilidad de introducir esa devastadora enfermedad exótica en el país.
Además de Guillermo Lloveras, participaron referentes del sector porcino de Argentina y del mundo, como el Dr. Miquel Collel, director técnico global de cerdos de MSD Salud Animal; el M.V Javier Capuccio, de INTA Marcos Juárez; el Dr. Ramiro Llamas, director de Llamas Laboratorios y Servicios; y el M.V. Alejandro Pérez, responsable del Departamento de Enfermedades de los Porcinos de Senasa.
El Dr. Miquel Collel indicó que el costo del PRRS asciende a 1.8 millones de dólares por día en Estados Unidos. El especialista asegura que, a pesar de que todas las enfermedades cuestan dinero, el costo del PRRS es tan elevado “porque es muy difícil de controlar, se transmite muy fácilmente, y no existen vacunas que sean 100% eficaces”.
Respecto del riesgo de introducción de la enfermedad a través de la incorporación de genética extranjera, Guillermo Lloveras explicó que la mejor manera de reducirlo es importando la menor cantidad posible de animales en pie. “Importar semen congelado es lo más seguro. Se hace un PCR sobre el semen, y en el desafortunado caso de que resulte positivo, se elimina el tanque de semen con un costo lógico y de forma muy segura”.
Por otro lado, en el caso en que la importación de genética deba realizarse a través de animales en pie, la clave -para Lloveras- es importar bisabuelas, en lugar de traer directamente las F1: “Si yo tengo que poblar una granja con 2 mil madres, tengo la opción de importar las 2.000 madres, importar 200 abuelas, o 20 bisabuelas. De esa manera podemos reducir a un 1% el riesgo de ingresar una enfermedad exótica al país”, declaró.
Para el gerente de Genporc es fundamental y urgente tener un plan de contingencia previamente diseñado para que, en caso de aparición de una emergencia sanitaria en los países proveedores, el desarrollo genético local nos suministre los animales que necesitamos en forma segura y sin resignar el mérito genético. Desarrollar aquí la genética de alto mérito que se requiere, nos emanciparía de los proveedores extranjeros durante el tiempo que resulte necesario.
Mirá el programa especial completo de Saber Rural:
https://youtu.be/pnl-cGnt5fo